Viernes Santo y confinados en casa. Una sensación bastante extraña, ¿verdad?
Privados de esa deseada libertad, que te permite abrazar a tus seres queridos, disfrutar de una buena mesa, o de ese viaje que con tanta ilusión contabas los días, que faltaban para partir. Y sin embargo, aquí estás, encerrada/o en tu casita, sin tener contacto exterior, debido a esa carga vírica que dicen que es mejor no exponerte a ella y si lo tienes que hacer por fuerza mayor, hazlo con cabeza. Curioso, ¿verdad? que algo invisible te condicione tu vida.
Pues bienvenida/o a nuestro mundo. Nosotras ya estábamos encerradas en nuestras casitas desde mucho antes. Nosotras (y hablo en femenino, porque esta enfermedad ataca más a mujeres que a hombres) ya huíamos de nuestra carga tóxica. Nosotras, ya sabemos lo que es el confinamiento y todo lo que esto significa. Nosotras, que intentamos luchar todos los días por visibilizar nuestra enfermedad, nos gustaría que cuando todo esto termine, y nos veáis con nuestras mascarillas por la calle, seáis respetuosos/as con nosotras y comprendáis, que llevar una mascarilla no es fácil. Que comprendáis, que estar enferma tampoco lo es y sin embargo aquí estamos luchando día a día para que nuestra enfermedad no pueda con nosotras.
me encanta,pues me hace reflexionar y comprender la situacion de confinamiento a que estan sometidas las personas que padecen alguna limitacion.Gracias por hacernos pensar
Me gustaLe gusta a 2 personas